Nuestro speaker Toni Nadal comparte en este artículo de Punto de Break, su visión sobre la tecnología: «Nos puede ayudarnos a mejorar, pero también nos debilita».
«Toni Nadal vive de otra manera desde que anunció que no sería ya el entrenador de Rafa Nadal, pero su voz sigue siendo escuchada y respetada cuando valora el juego y sus posibilidades o cuando analiza el presente de su sobrino. Desde la academia que da nombre el propio Rafa, en una entrevista concedida a ‘A la contra’, Toni opina y argumenta sobre diversos temas, tanto los más personales como los más actuales.
No esconde Toni que siendo diferente lo que hace desde un tiempo, le satisfaga enormemente. Entrenar y educar ha sido su vida. “La verdad es que sigo haciendo lo que me más me satisface, que es entrenar. Me siento muy agradecido por lo que viví con Rafa, pero en este momento estoy con mucha ilusión, intentando entrenar a los chicos que vienen aquí a la academia, aportando mi conocimiento para poder ayudarles».
Sus métodos, aunque hayan parecido o se hayan entendido como particulares, para Toni han estado muy centrados en determinadas cuestiones y siempre han sido sencillos de transmitir. “Nunca he hecho cosas raras dentro de una pista. A Rafael le decía que jugara cada pelota lo mejor que pudiera. Eso va en colocarse de manera correcta, ser exigente constantemente, mantener una concentración al 100%.
Eso tan sencillo conlleva un esfuerzo y exigencia muy elevados. No hay métodos que te lleven al éxito sin esfuerzo. Ahora mi labor aquí es ir diciendo cómo creo que se deben hacer las cosas. Durante todos estas temporadas con Rafa vi lo que iba haciendo bien y qué necesitaba mejorar y desde ahí intento ahora construir caminos a mis alumnos».
Con respecto a los cambios, la tecnología ocupa un lugar siempre de relevancia en lo que Toni entiende como una dificultad en estos tiempos con respecto al pasado. “Tengo un sentido romántico del deporte, me gusta la táctica, el esfuerzo, saber cómo puedo vencer a pesar de tener peores condiciones que el rival. Es obvio que la tecnología te ayuda pero también te debilita. La tecnología evita que prestes atención a ver el porqué de las cosas y al final te esfuerzas menos. Enlazando con eso, se ha perdido un valor vital que era el respeto a otras generaciones. Antes, con peores medios se empezaba a jugar a los 6 años y a los 20 estabas (…)»