Julio María Sanguinetti

Ex presidente de la República de Uruguay en dos periodos no consecutivos

Julio María Sanguinetti
Español

Julio María Sanguinetti, reconocido político, periodista, ensayista, y conferenciante, ha sido dos veces presidente de la República de Uruguay. Además de ocupar la presidencia del país, Sanguinetti ha desempeñado otros cargos políticos.

Con tan sólo 27 años fue elegido como representante por el Partido Colorado, posteriormente fue nombrado Ministro de Industria y Comercio, y más tarde de Educación. Su primer mandato como presidente (1985-1990), le llevó a ser el primer presidente electo tras de doce años de dictadura militar y quizá por eso es un hombre que valora y defiende al máximo la democracia.

Según sus propias palabras: “El poder democrático es básicamente responsabilidad y obligación. Cada vez que suena el teléfono lo siento en el estómago, no en el oído, porque ya sé que la llamada que llega es por algo que no se pudo resolver antes”. Su segundo mandato se desarrolló entre los años 1995 y 2000.

Periodista ágil y prolífico, Julio María Sanguinetti ha escrito cientos de artículos colaborando con importantes diarios como los argentinos Acción y La Nación, o el diario español El País. En 1981 fundó y actuelmente dirige su propia publicación bajo el nombre de Correo de los Viernes, en el que trata temas políticos.

En 1998 fue nombrado Presidente Honorario del Centro Latinoamericano de Periodismo en Panamá y entre sus ensayos destacan títulos como “El Temor y la Impaciencia”, “Un Mundo sin Marx”, “El Doctor Figari” o su obra  titulada “La Agonía de una democracia”. Miembro de Honor del Instituto Histórico y Geográfico de Uruguay y uno de los fundadores del Club de Madrid en España, Julio María Sanguinetti, ha recibido varias condecoraciones como «La Orden de Isabel la Católica » de España; «El Sol de Perú» y la «Legión de Honor” de Francia, «El Gran Collar de la Orden Mexicana Azteca» de México, la “Medalla del Parlamento Europeo” o la “Insignia de Oro de la Federación de Asociaciones de Radio y Televisión de España”.

Su experiencia profesional ha convertido a Julio María Sanguinetti en permanente figura de consulta en asuntos de carácter político e histórico y en un renombrado conferenciante que ha participado en algunos de los eventos de mayor renombre internacional.

América Latina.

Desarrollo de la Democracia.

Globalización y el tercer mundo

Educación, valores y políticas.

LA RECONQUISTA

Entre 1980 y 1990 se ubican diez años fundamentales en la moderna historia uruguaya. El plebiscito de 1980, que rechazó la propuesta constitucional del régimen militar, y el referéndum que en 1989 ratificó la Ley de Caducidad, seguido de la elección nacional, enmarcan con pronunciamientos populares el pasaje de la dictadura a la democracia plena. Conviven, así, el protagonismo de los conductores —políticos y militares— con el de un pueblo que, llamado a votar, fue decidiendo en las urnas el curso de los acontecimientos.

LA RECONQUISTA

LA AGONÍA DE UNA DEMOCRACIA

l 8 de febrero de 1973 irrumpe el Ejército en el escenario político nacional. Desacata al presidente y emite dos comunicados con su programa. Pese al apoyo de la Armada comandada por el contralmirante Zorrilla, el presidente Bordaberry capitula en la base de Boiso Lanza. Este proceso de decaimiento institucional culminará en la madrugada del 27 de junio del mismo año, cuando el Ejército cierre el Parlamento y lo ocupe por la fuerza. Se clausura así una década de enfrentamientos, iniciada en 1963, cuando se registró la primera acción de una violencia política dirigida a sustituir el régimen democrático por un gobierno revolucionario, inspirado en Cuba. En el escenario mundial de la guerra fría, el pueblo uruguayo se deslizará hacia un enfrentamiento al que nadie será ajeno. La irrupción militar es el último acto de esta tragedia, que abrirá el amplio espacio histórico de otra, una dictadura que ocupará otra década, ella no se explica, sin embargo, sin la aparición anterior de la guerrilla. En esa dialéctica de la fuerza se perderá primero la tolerancia y luego la libertad.

LA AGONÍA DE UNA DEMOCRACIA