Compartimos un fragmento de uno de los artículos publicados por Rodrigo Pacheco, periodista y speaker mexicano:

En la actual administración, la piedra angular del ejercicio del poder es la conferencia de prensa mañanera, ahí el Presidente define posturas, ordena acciones y comunica a su gabinete de sus prioridades y objetivos.

 

Una de las grandes lecciones de negocio que ha dejado la pandemia es que los hechos disruptivos son una constante para las empresas, por lo que se requiere adaptación, pero también planeación.

 

Existe un concepto desde hace décadas que enmarca una herramienta básica en la gestión de las organizaciones y es: planeación para la continuidad del negocio. La continuidad de negocio establece planes para que una organización pueda seguir operando cuando se enfrenta a una situación disruptiva que la afecta de manera inesperada. Y ayer en Chiapas quedó claro que no hay planes de logística y mucho menos de continuidad de gobierno ante hechos disruptivos.

 

En la actual administración, la piedra angular del ejercicio del poder es la conferencia de prensa mañanera, ahí el Presidente define posturas, ordena acciones y comunica a su gabinete de sus prioridades y objetivos, de ahí la importancia de que se haya suspendido este ejercicio por un bloqueo, lo que es síntoma de ausencia de planeación y logística básica. Si la hubo es peor, porque el proceso no se pudo anteponer a la voluntad de la persona clave.

11 DE SEPTIEMBRE

 

Un buen ejemplo de los protocolos de continuidad se dio el 11 de septiembre de 2001, cuando Estados Unidos sufrió el peor ataque terrorista de su historia en Washington D. C., y Nueva York. Aquel día, el entonces presidente George W. Bush se encontraba en un evento que realizaba con niños en una escuela en Sarasota, Florida. Andy Card, su jefe de Gabinete, cuenta que una vez que le avisó al presidente del ataque terminaron el evento y se subieron al avión presidencial.

El protocolo indicaba que no deberían regresar a la capital hasta no tener más información de la naturaleza y el origen del ataque. Sin embargo, W. Bush quería regresar a la Casa Blanca para demostrar que no tenía miedo a los terroristas, pero su jefe de Gabinete insistió en que regresar lo ponía en riesgo, por lo que la aeronave se fue a Luisiana y aunque el presidente se enojó con Card, no le quedó más remedio que seguir el protocolo y acatar la recomendación y fue hasta en la noche cuando pudo regresar a la Oficina Oval.

LIDERAZGO

 

Más allá de la dimensión política y de seguridad del Presidente y lo que proyecta en cuanto a la investidura, el episodio de ayer en Chiapas ofrece una lección clave y añeja de la necesidad indispensable de (…)”

 

Puedes leer el artículo completo en su web: http://www.rodrigopacheco.mx/leccion-de-continuidad/