Laura Baena es la creadora del Club de Malasmadres. Es una de las mayores ‘influencers’ españolas que lucha por la igualdad de género y la conciliación y por ser madre sin olvidarse de sí misma como mujer y persona.
Una noche de insomnio, Laura Baena creó una cuenta de Twitter donde poder desahogarse y encontrar apoyo en la red. La llamó @Malasmadres y hoy suma más de 600.000 seguidores en Instagram y 440.000 en Facebook. Uno de los primeros tuits que lanzó a la comunidad fue: “¿Por qué te canonizarían como malamadre?”.
Haberse olvidado de una cita en el pediatra; llevar al hijo disfrazado el día que no era al colegio o haberse dejado la muda o la merienda en casa fueron poblando la red social a modo de confesionario virtual. La identificación de miles de mujeres con Laura Baena y su manera de concebir la maternidad provocó el resto.
El Club de Malasmadres, desde su cara más empresarial, cuenta con proyectos en colaboración con algunas marcas que tienen un denominador común: ayudar a las madres en algún ámbito. En este sentido, han puesto en marcha con DKV Seguros La hora de cuidarse para que las mujeres no se olviden de sí mismas. Con Movistar han lanzado TenemosLike, un proyecto enfocado a la educación digital de las familias. Con Ikea han trabajado internamente para resolver la falta de corresponsabilidad de sus empleados y con Carrefour divulgan hábitos saludables en las familias.
El principal objetivo de Malamadres es desmitificar la maternidad, romper con el cliché de la madre perfecta, y todo ello con mucho sentido del humor. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que la culpa de ser una malamadre la tenía la conciliación, o más bien, la falta de esta.
Y es aquí cuando comienza su lucha más política, creando la asociación Yo No Renuncio a la Conciliación de la que es presidenta. Desde esta organización sin ánimo de lucro trata de visibilizar y sensibilizar sobre el problema de la falta de medidas de conciliación. Lo hace a través de estudios como Concilia13F y Somos Equipo, que a través de datos estadísticos, ponen de manifiesto la desigualdad en cuanto a tiempo disponible entre hombres y mujeres.
Desde Yo No Renuncio imparten charlas y conferencias, ofrecen formación a empresas que quieren fomentar la corresponsabilidad y desde 2015 llevan a cabo activismo político. La primera acción consistió en una recogida de firmas en Change.org para que se establecieran incentivos fiscales para pequeñas y medianas empresas que implantasen jornada continua y flexibilidad horaria; una petición que fue secundada por más de 300.000 personas.