Ingrid Betancourt es licenciada en Ciencias Políticas y experta en comercio exterior y relaciones internacionales, es también una de las pocas personas que ha sufrido el cautiverio de las FARC y ha sobrevivido para contarlo.
Desde su puesta en libertad en el año 2008, esta política colombiana ha dedicado todo su tiempo a trabajar por las víctimas del terrorismo, y en especial por quienes aún permanecen retenidos en la selva.
Ingrid Betancourt desarrolló su carrera profesional en la Cámara de Representantes de Colombia, donde alcanzó un alto reconocimiento por su actividad contra la corrupción política. Secuestrada en mitad de las elecciones presidenciales a las que se presentaba como candidata, su cautiverio durante seis años y su posterior liberación, fueron uno de los acontecimientos internacionales más conmovedores. Desde entonces, ha mantenido varios encuentros con líderes mundiales como Ban Ki-moon, Rodríguez Zapatero y Benedicto XVI, además de recibir varias distinciones internacionales.
En mayo de 2008, aún cautiva, fue declarada Presidenta de Honor del Congreso Internacional de los Partidos Verdes, que tuvo lugar en Sao Paulo. Asimismo, en 2008 obtuvo el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia porque «personifica a todos aquellos que en el mundo están privados de libertad por la defensa de los derechos humanos y la lucha contra la violencia terrorista, la corrupción y el narcotráfico», según la Fundación Príncipe de Asturias.
El 30 de noviembre de ese mismo año fue designada embajadora y portavoz de los familiares de los secuestrados de Colombia. Además ha recibido de la mano del presidente francés, Nicolás Sarkozy, la Legión de Honor francesa en el grado de Caballero y fue propuesta por el gobierno chileno para el Premio Nobel de la Paz.
Ingrid Betancourt ha despertado un gran interés en la opinión pública gracias a su lenguaje directo e irreverente y a su forma simbólica de hacer política, desligada de la clase política tradicional.