Cada día durante más de 19 años, el puertorriqueño William Rodríguez subía 150 pisos de escaleras como encargado de mantenimiento de las Torres Gemelas. Hoy, cinco escalones lo dejan sin aire por la fatiga crónica que sigue padeciendo casi seis años después de los atentados.
Rodríguez conocía las torres como la palma de su mano, ya que su trabajo consistía en inspeccionar las escaleras del edificio y mantenerlas despejadas en caso de emergencia.
Aquel martes 11 de septiembre, un retraso le salvó la vida. A las 8:46 horas, cuando se estrelló el primer avión contra el piso 90 de su torre, se encontraba con sus jefes en el sótano y no le había dado tiempo a subir al 106 para desayunar con sus compañeros en el restaurante The Windows of the World, donde habría muerto como las 200 personas que quedaron atrapadas ahí.
William Rodríguez guardaba una de las cinco llaves maestras para acceder a las escaleras y decidió quedarse para abrir las puertas a los bomberos y ayudarlos por las escalerillas angostas, empinadas, sin ventanas y llenas de humo negro. Tras tres incursiones de rescate, bajó corriendo, justo antes del hundimiento. Fue la última persona que salió viva de la Torre Norte. Se protegió de la lluvia de acero y cemento bajo un coche de bomberos. Lo sacaron tras retirar la montaña de escombros que sepultó el vehículo.
Desde ese día, que cambió totalmente su vida, ha trabajado incesante y desinteresadamente ayudando a los afectados y familiares de las víctimas, y se ha dado cuenta de que el tratamiento que se estaba dando a las víctimas latinas no era el adecuado. Por eso fundó el Grupo de Víctimas Hispanas del World Trade Center, a través del cual ayuda a más de 150 familias afectadas.
Por sus actos heroicos y manifestaciones humanitarias, William Rodríguez ha recibido varios reconocimientos. El presidente de Estados Unidos, George Bush, le otorgó la distinción de héroe. Además, fue nombrado Héroe Nacional por el Senado de Puerto Rico, y bombero honorario y Héroe Nacional en Chile, por ayudar en el rescate de dos ciudadanos chilenos.
William Rodríguez nos cuenta de primera mano una de la experiencias mas dramáticas y emocionantes de nuestros tiempos, y las lecciones que estas pueden darnos para el día a día en nuestras vidas y nuestra actividad. Sus conferencias pueden ser en español e inglés.