Desde que Rafael Nadal tenía 4 años, su tío ha sido la mano que mece la cuna de su sobrino en la pista y fuera de ella. La filosofía de este técnico socarrón y con las ideas muy claras ha ayudado al campeón mallorquín a conseguir sus éxitos. Motivación, trabajo y sacrificio han sido el motor utilizado para alcanzar el éxito que ahora Toni Nadal extrapola en conferencias por todo el mundo al ámbito empresarial. Hoy las expondrá en una charla coloquio del Cornellà Creació Fòrum junto al periodista Manuel Fuentes.
–¿Qué tienen en común un tenista y un empresario?
–Muchas cosas. Las dificultades que se pueden presentar en el deporte las tiene todo el mundo con su trabajo.
– ¿Y cuáles destacaría?
–La competitividad y la ambición de querer destacar y triunfar. La ventaja en el tenis es que se vive en un mundo mucho más justo en el que cuando tú eres el mejor, eres el mejor . No hay discusión. En cambio en el ámbito de la empresa tú puedes tener un producto mejor, pero si no te lo compran, pierdes. Si hay otro que lo tiene peor pero hace un gran márketing no hay nada que hacer. Lo importante es el trabajo y el espíritu de equipo para lograrlo.
–Ese espíritu a veces no es tan claro en una empresa. Hay distintas opiniones, orgullos, peleas….
–En el tenis también hay luchas internas, gente que piensa una cosa u otra. Un tenista tiene alrededor muchas personas, entrenadores, mánageres, gente que da otra visión de una situación o incluso que aprueba todo lo que hace el tenista. La competencia es buena si es en beneficio del jugador o de la empresa.
–¿Qué valores de Rafael Nadal pueden servir a un empresario?
–La capacidad de aguante y su superación ante las adversidades. La vida de Rafael no ha sido fácil. Es cierto que en los comienzos lo fue porque llegamos muy pronto arriba. Ganó Roland Garros con 18 años, se colocó entre los mejores del mundo el mismo año, ganó la Copa Davis en su debut…Pero no todo es tan bonito como parece. En esos años también vivió muchas dificultades en el plano físico, problemas que ha ido arrastrando en su carrera y que han obligado a cambiar la forma de trabajar, sistemas de entrenamiento… Las empresas también deben saber trabajar en momentos de crisis y hacerlo lo mejor posible.
– ¿Mejor talento o trabajo?
–El trabajo es lo importante, aunque es cierto que sin talento es muy difícil llegar arriba. Trabajando estás capacitado para llegar a ser una persona notable, sin talento creo que no puedes alcanzar el excelente. Eso es así. No creo que Messi, Maradona, Federer o Rafael hayan llegado a la cima solo por su trabajo, más bien lo han conseguido por su talento. Pero, como decía Picasso: «cuando me llegue la inspiración, que me encuentre trabajando». Lo que pasa es que a la mayoría de la gente no se le pide que sea el número 1 del mundo. Por lo tanto, para esa gente lo esencial es trabajar bien. Si tienes talento pero no trabajas, es muy difícil tener éxito. Es es más importante la actitud que la aptitud.
¿Cómo logra que su sobrino siga trabajando con la misma actitud?
–Es una cuestión de formación desde pequeño. Sabe que es la única forma de lograrlo. Rafael no busca el éxito por sí mismo sino que trabaja
para su satisfacción personal. Después es un tema de gratitud, porque tiene una posición muy buena en su vida gracias a eso.
–¿Usted ha guiado a Nadal en su éxito, especialmente de joven, pero qué ha aprendido de él?
–Estoy admirado por cómo ha superado los problemas que ha tenido con las lesiones y por su capacidad de sufrimiento y coraje para jugar
muchas veces con mucho dolor. Siempre se ha sabido salir y eso no es una cosa fácil porque lo normal es que la gente cuando tiene problemas esté más pendiente de esos problemas que de intentar superarlos.
–¿Ha cumplido sus expectativas?
–Yo tuve una ilusión hace mucho tiempo cuando Rafael era pequeño. Soñaba con que alguien que yo entrenase se convirtiera en un gran jugador de tenis y lo he conseguido junto a mi sobrino. Nunca habría pensado que Rafael lograra lo que ha logrado y más después de lo que nos dijeron en el 2005 cuando tuvo la lesión en el pie.
–¿Temió por la carrera de Rafael?
–Pensamos que todo se había acabado. Fue uno de los momentos más duros para los dos. Tuvimos que empezar a cambiar sistemas de entrenamientos, reducir la intensidad, el tiempo, y después de ese esfuerzo aún valoro más lo que ha conseguido. Después mucha gente decía que tendría una carrera corta, que no ganaría nunca un Grand Slam en pista rápida… y fíjate, aunque hoy acabara su carrera, Rafael ha estado 12 años en la cima, ha ganado en Australia, Flushing Meadows y Wimbledon… La gente hace juicios sin conocimiento y tú tienes que seguir tu línea de trabajo.
–¿Cuáles son los objetivos ahora hasta final de temporada?
–Ahora jugará la gira asiática. Veremos cómo se incorpora al circuito. Creo que va bastante bien preparado aunque es cierto que el parón por la lesión le ha perjudicado bastante.
–¿Cómo valora el fracaso en la Copa Davis de España?
–Una pena. España, por su potencial, no merece estar en segunda. Creo que ha faltado compromiso por parte de algunos jugadores. En
momentos así deberían recordar el apoyo que tuvieron de jóvenes por parte de la federación. Ahora deberemos esperar a tener un buen sorteo
y que la gente se implique un poco más el año que viene para volver al Grupo Mundial.
–¿Se implicará Rafael Nadal?
–Dependerá de dónde toque jugar y de la situación de cada momento. Si puede, estará para ayudar. Rafael iba seguro a Brasil si hubiera jugado el Abierto de EEUU, pero al final no llegó a tiempo.