Irene Villa, reconocida por su inspiradora conferencia «Ochomiles de la Vida», comparte su experiencia tras el atentado terrorista del 17 de octubre de 1991, donde perdió sus dos piernas y tres dedos de una mano.
Irene Villa enfatiza la importancia de la salud mental, destacando que el verdadero empoderamiento y la fuerza comienzan en la mente y el corazón. En una reflexión sobre el valor del bienestar emocional, subraya que no es el lujo material lo que importa, sino sentirse bien consigo mismo. Inspirada por experiencias como ver a niños felices en los campamentos del Sahara a pesar de la pobreza, su objetivo es «iluminar la mirada» de las personas a través de sus mensajes.
En su conferencia, Irene señala que los cambios abruptos y trágicos de la vida requieren adaptación y superación personal. Ella misma ha enfrentado numerosos desafíos, comparándolos con escalar «ochomiles», los montes más altos y difíciles de superar, simbolizando oportunidades, dolor, miedo y otros aspectos de la vida.
Actualmente, celebra los avances médicos que le han permitido mejorar su rendimiento deportivo y disfrutar de actividades como el esquí y el submarinismo. Rinde homenaje a su madre, su familia y sus tres hijos, y recuerda con cariño momentos significativos como el premio de la princesa Diana y su participación en eventos inclusivos, demostrando su compromiso con la visibilidad y el empoderamiento de las personas con diversidad funcional.